SERVICIO DE VOCACIÓN, NO DE OBLIGACIÓN

Escrito por : Int. Enf. Stella Odar Mesta

Uniforme de enfermería

"Yo no maldigo mi suerte, aunque me ronde la muerte, no tengo miedo a morir;
Soy enfermera y templé mi corazón pinchando venas y viendo gente resistir..."

Enfermería en su labor asistencial, está expuesto a una serie de riesgos, tales como la exposición a agentes infecciosos, posturas inadecuadas, levantamiento de carga durante la manipulación de los pacientes, desplazamientos múltiples, exposición a sustancias químicas irritantes, etc.; conocidos como productores de daños a la salud de los trabajadores.

De esta manera, siendo el paciente, el objeto de trabajo de este personal, el contacto con la enfermedad, el sufrimiento y la muerte, constituyen una carga mental para este grupo de trabajadores. “A esta carga psíquica se añaden las dificultades cotidianas ligadas a la organización del trabajo, tales como la sobrecarga, problemas de comunicación entre colegas y en particular con los médicos, así como los horarios, la rotación de turno y la jornada nocturna” (Estryn-Behar )

Todos estos factores de riesgos aunados a las condiciones y estilos de vida, configuran perfiles de malestares, enfermedades, desgaste físico y emocional, incapacidades e insatisfacción laboral, específicos del personal de enfermería; PROVOCANDO UN INADECUADO TRATO A LA ESENCIA DE ENFERMERÍA QUE ES EL SER CUIDADO.

De este modo, aun sabiendo los riesgos perjudiciales que una enfermera se expone en su día a día en un servicio de salud; más aún cuando al llegar a la jornada laboral la esperan quejas de los familiares de pacientes mal atendidos, que nos falten al respeto y nos maltraten, o porque a pesar de todo el esfuerzo que hagas en el turno, para los demás tú no sirves para nada, porque cenas cuando está amaneciendo, porque es interesante ir de vacaciones cuando nadie más puede." Entonces me pregunto ¿Por qué realmente estudié enfermería? ¿Por qué estas situaciones desagradables no desaparecen los deseos de ser enfermera?

Enfermería es amor al prójimo, amor a los demás, a lo que hacemos, porque una enfermera no es sólo una mujer que viste de turquesa, una enfermera es un ser humano integro, que comprende las necesidades y sentimientos de su paciente, es una proveedora de cuidados, de comprensión, amabilidad, afecto y solidaridad.

Lo más hermoso de ser enfermera es salir del turno e irse con las manos llenas de las palabras de gratitud y las muestras de afecto derramadas de los ojos de una madre agradecida por haber limpiado la herida de su pequeño, o la mirada cálida de un esposo que deposita toda su confianza en ti, mientras atiendes a la mujer que lleva a su hijo en el vientre, o mejor aún, el apretón de dedos de un bebé que no ha salido aún de cuneros; esos son los momentos que hacen de nuestra carrera una carrera gratificante, emocionante y sobre todo humana. Por lo tanto, ninguno de los aspectos negativos de esta profesión puede compararse con lo bien que se siente ayudar y aliviar.

Ahora mantengámonos alertas, son vidas que dependen de nuestras manos, nuestras palabras, nuestra compañía; el enfermo constituye la razón de ser, en donde la sonrisa cobra toda su importancia, esa sonrisa que para el enfermo significa esperanza, fe, animosidad para seguir luchando.

Lamentablemente, el servicio de vocación de Enfermería se ha ido perdiendo; son contadas las enfermeras empeñosas, dedicadas y cuidadosas; y ¿las futuras colegas que están por egresar, también lo son? o son de esas enfermeras que se corren a los procedimientos solo porque la persona tiene VIH o TBC, o el familiar le cuestiona? Colegas siempre la vida y la salud esta de nuestro lado. Cuidémosla y respetémosla.

Eres enfermera porque eres lo suficiente valiente para brindar tu servicio con vocación y dedicación; porque crees en ti y en tu capacidad, y lo mejor de todo LA RECOMPENSA A TODO LO SUFRIDO, AL FINAL, VALE LA PENA.

Somos instrumento de DIOS para salvar vidas de cientos de personas, para hacer más fácil la de otras cuantas y para sanar heridas de miles.

Saquemos esa niña que jugaba a ser enfermera, niña de pasos suaves y mirada tierna de ojos juguetones y de sueños de mil colores; con un semblante alegre reflejando que te gusta ayudar a los demás ¿Quién no jugó a las muñecas y que éstas tenían dolor?¿Quién no jugó a colocar vendajes y tiras sobrantes?¿Quién no formó parte del área de salud en los simulacros de sismos?

Trabajemos juntas por sacar adelante nuestra profesión, y si no tienen el coraje están a tiempo de estudiar miles de cosas distintas; no permitamos que nadie se meta en lo nuestro.

Tenemos la capacidad de enfrentarlo.