Por Antonio Castañeda Cabanillas
Trujillo-Perú
El autor de esta columna no quiere saber nada con los expresidentes |
Escribir sobre Alan García estando a puertas de la navidad es de muy mal gusto. Y de Toledo igualmente. Es que la navidad se acerca y hablar de personas que le han hecho daño a la política no es bueno, genera un sinsabor que no me voy a permitir. Quiero escribir entonces sobre los retos que nos quedan para el próximo año como jóvenes, como políticos, como personas que nos hemos comprometido en idear un mundo mejor para los demás y no sólo para nosotros mismos, y es que esta última es mi definición de lo que yo llamo “política”, un poco romántica dirán, lo sé, pero es lo que de verdad siento. En esta ocasión sólo tocaré de forma muy precisa 4 ámbitos – en otros artículo tocaré 3 más- dentro de los cuales nuestras esperanzas de tener un país más justo, solidario y equitativo puede tener algún asidero el próximo año.
En Educación: Aprobar una Ley Universitaria, tal vez ésta que impulsa el Congresista Daniel Mora no, porque hay muchos puntos que deben perfilarse y con los cuales personalmente no estoy de acuerdo, pero debe por lo menos significar el comienzo de un debate amplio y serio en el que se visualice que es urgente reformar el sistema universitario en el Perú para tener una educación de calidad que permita sostener los años de crecimiento económico que tendremos aún, con profesionales competitivos capaces de elaborar los grandes proyectos que necesitamos. Por otro lado, la participación estudiantil en las universidades debe realizarse así sean públicas o privadas -no se discute- pero bajo formas diferenciadas que no creen trabas o barreras para la gestión eficiente que debe tener toda universidad. Un equilibrio razonable entre estos dos aspectos debe ser el norte que oriente la reforma.
En Economía: Requerimos estabilidad económica, y que no se diga que no podemos lograrlo porque “nos afecta sobremanera el devenir de la economía mundial”, como se dijo este año. El Perú debe desplegar todos sus esfuerzos para estar bien preparado a estos embates externos, con una política económica diáfana y predecible, lo que el actual Gobierno no ha logrado en más de dos años y medio, por el contrario se ha dedicado a dar mensajes contradictorios, dubitativos o peor aún, no dar mensajes, lo que refleja las escasas convicciones o principios que se tienen para impulsar abiertamente la inversión privada, principal fuente generadora de trabajo y crecimiento económico. Seamos contundentes y enviemos los mensajes correctos para seguir en el camino de la prosperidad económica que no tiene por qué divorciarse a priori de la protección al medio ambiente, ambas son compatibles, es mi convicción.
En Seguridad Ciudadana: Tener comisarias con máquinas de escribir en un país que se jacta estar en el camino del desarrollo es injustificable. Los delincuentes se modernizan mientras la policía está a punto de usar pistolitas que lanzan balines de plástico para atraparlos. Modernicemos la policía de una vez, repito, de una vez. Más efectivos policiales que trabajen en las calles y menos en oficinas, elevemos sus sueldos razonablemente y por tramos, otorguemos seguros de vida que transmitan tranquilidad a las familias de los efectivos, dotemos de equipos e infraestructura adecuada para que hagan su trabajo con eficiencia. Por otro lado, ha quedado claro que el manejo del INPE sobre las cárceles es inmanejable, por lo que al ser estos recintos escuela de perfeccionamiento delictivo y no centros de resocialización como lo señala la Constitución, el Estado debe dar un paso al costado evaluando la posibilidad de privatizar algunas de las cárceles en el Perú, tomando como ejemplos los casos de Chile, México y Brasil. No es posible que los delitos se cometan desde donde se supone están recluidos los delincuentes, dejemos esto en manos de agentes privados que se encarguen de resolverlo adecuadamente, se invertirá más pero háganse la pregunta ¿cuánto cuesta su seguridad? Recuerden no importa el color del gato -público o privado- lo que importa es que cace ratones –atrape delincuentes.
En Política: Es imperativo impulsar la reforma política pendiente con cambios medulares que busquen resolver la crisis de los partidos políticos que vivimos. Entre estos cambios tenemos la eliminación del voto preferencial, el regreso a la Bicameralidad, la creación de Distritos Electorales Uninominales, la entrega del Financiamiento Público Directo a los partidos políticos, hacer obligatoria la participación de la ONPE y el JNE en los procesos de elección interna de los partidos, renovación parcial del Congreso, entre otras. No se puede esperar más, los partidos políticos tienen que ponerse de acuerdo y debatir estos temas, y no por partes sino de forma conjunta ya que de otro modo se crearía una especie de “Frankenstein” que desnaturaliza toda política seria. En el Perú debe elaborarse un “Diseño Político Institucional” que sea coherente y sostenible, en el que una pieza del armazón político vaya de la mano con otro y éste con otro, todo concatenado sólidamente, perfilado hacia el objetivo mayor: hacer lograr consolidar nuestra democracia.
Claramente hay ámbitos igualmente importantes que no han sido desarrollados aquí como son Salud, Reducción de la Pobreza, Ciencia y Tecnología, entre otros, sobre los que sostendré mis puntos de vista en otro artículo dada su relevancia y amplitud.
Termino este artículo deseándoles felices fiestas a todos los lectores de este Blog, y que el próximo año esté lleno de éxitos asumiendo un compromiso primordial: el de ser nosotros mismos ese cambio que queremos ver en demás.
PD: Antonio y su columna regresan en Enero del 2014
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