miércoles, 6 de noviembre de 2013

CUANDO LAS CIFRAS HABLAN: A PROPÓSITO DEL REFEREDUM ICAL 2013


Ana Carolina Rivera Gamarra se desempeña actualmente
 en la Academia de la Magistratura
El pasado 24 de Octubre el Colegio de Abogados de Lambayeque (ICAL) llevó a cabo un Referéndum Evaluativo para los Magistrados del Poder Judicial y del Ministerio Público. El ejercicio democrático que promueve este Colegio Profesional tiene por finalidad la evaluación de la calidad y el desempeño de los magistrados del distrito judicial de Lambayeque, permitiendo que, los abogados litigantes los evalúen.
Los resultados no fueron loables e ingrata fue la sorpresa al determinar que, para el caso del Ministerio Público, de un total de 186 fiscales evaluados aprobaron únicamente 37 fiscales lo que representa el 19.9%, desaprobando un total de 149 fiscales, lo que representa el 80.1%, es decir no se llega ni a la mitad de fiscales aprobados, lo que es bastante grave. Mientras que, en el caso del Poder Judicial, de 140 jueces evaluados, aprobaron sólo 65 jueces, lo que representa el 46.4% y resultaron desaprobados 75 jueces, que equivale al 53.6%, y aunque éstos últimos no son de aplaudirse, existe equilibrio en las cifras.
El caso del Poder Judicial es peculiar, pues hace un tiempo tenía menor aceptación de la sociedad civil, frente a un Ministerio Público que asumía con compromiso la defensa de la legalidad y la persecución del delito, haciendo que el litigante lo mire con buenos ojos. Parece ser que hoy, los papeles se están invirtiendo, y el Poder Judicial está recuperando poco a poco la confianza del litigante, y aunque las cifras no lo aprueban totalmente es innegable que la balanza se ha inclinado medianamente hacia su lado. Queda por hacer dentro de él mucho trabajo, para recuperar con hechos, es decir con fallos concretos y con el rol de sus propios jueces la confianza pérdida, y hecha casi tradición en nuestro país. En el caso del Ministerio Público, el hecho que genera controversia es la coincidencia de la implementación del Nuevo Código Procesal Penal con la necesidad de una mayor cantidad de fiscales, sin embargo conocedores de que cantidad no siempre es calidad, cabe preguntarse ¿ha primado entonces la necesidad de aumentar el número de fiscales? De ser así, la elección de los magistrados no estaría respondiendo a un standar de excelencia profesional y personal, sino a una mayor necesidad de personal.
Estos resultados evidencian parte de la crisis que atraviesa nuestro sistema de justicia, referida al capital humano en la figura de sus magistrados. De esta situación se podrían desprender muchos puntos, sin embargo la incidencia sobre tres factores básicos permitiría hacer frente a la crisis. Estos ejes son: los estudiantes de Derecho, el Consejo Nacional de la Magistratura y el Magistrado en ejercicio.
Sobre el estudiante de Derecho, podemos decir que estudiante es el que estudia antes, el que juega un poco ese rol de autodidacta, aquel que no se queda únicamente con la explicación de la clase y busca llevar a la práctica, la teoría del aula. Es decir, que lo que se necesita son estudiantes de Derecho con ese ímpetu para apasionarse por la carrera, pues los grandes manuales de letra número 10, con abundante doctrina, sólo serán comprendidos en la medida que se lean con especial “amor”. Si el estudiante no tiene estas características y logra graduarse de la Facultad a base de sumas, multiplicaciones y divisiones para llegar al mínimo aprobatorio, podrá llegar a ser abogado, pero seguramente uno más de los casi 97 mil, con los que cuenta el país. En consecuencia, si usted no tiene vocación, busque y no se detenga hasta encontrar la suya, pero no pretenda quedarse para ser uno más.
Definitivamente es un riesgo, que no sólo asume el propio profesional, por las repercusiones personales que acarrea estudiar una carrera para la que no se tiene cualidades ni vocación, sino que se trata de un riesgo que asume la sociedad, pues nada garantiza que unos años, este abogado se convierta en magistrado, uniéndose al sistema y no precisamente para aportar. En este sentido, el llamado de atención va dirigido al futuro profesional del Derecho, y a la Facultad que lo forma.
Pero este llamado incluye también a un ente que juega un rol determinante, y este es el Consejo Nacional de la Magistratura, que por encargo constitucional, selecciona a los futuros magistrados. Los resultados de este referéndum, y los interminables casos de corrupción y malas prácticas judiciales, evidencian que no se está haciendo bien la selección de jueces y fiscales. El factor conocimiento es importante, permite tener procesos bien resueltos, vencer la incertidumbre jurídica, pero el factor humano hará que el desempeño sea cabal y bajo las riendas de los buenos principios. Se puede tener necesidad de nuevos y mejores conocimientos, pero esta necesidad será cubierta con capacitación, pero si una persona deshonesta asume el Despacho, no habrá capacitación que cambie su actitud. De ahí, que la selección deberá responder básicamente a dos criterios, estos son la capacitación y desarrollo profesional, así como la evaluación de cualidades personales del candidato, lo que evidentemente no se conseguirá mediante el tradicional proceso de exámenes y entrevista personal, sino que requerirá una evaluación íntegra, quizá con un proceso más largo, pero más eficaz.
Finalmente, el llamado se dirige a quienes ya son magistrados, a tomar conciencia de su rol, a seguirse preparando, a asumir un compromiso con la institución y con la sociedad, y sobre todo a velar por la justicia, mediante su trabajo, realizado con probidad y dedicación.
Para la gran mayoría de magistrados que desaprobaron el referéndum, queda su autoevaluación y la voluntad para identificar y corregir los errores, y para aquellos que aprobaron, saludar su labor e instarlos a ser ejemplo para sus colegas.




1 comentario:

  1. ¿Y qué opinas sobre el Juicio por Jurados; es decir, sin la intervención de ningún abogado? A lo mejor así la Justicia recobra su dignidad. En Chiclayo hay una corriente en ese sentido.

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