Por Antonio Castañeda Cabanillas
Trujillo-Perú
El análisis contrafáctico es una herramienta para estudiar escenarios posibles |
A continuación se presenta una historia alternativa –contrafáctica- de lo que pudo haber ocurrido si la ex candidata a la Presidencia de la República en el 2011, Keiko Fujimori, hubiera ganado las elecciones cuando se enfrentó al actual mandatario Ollanta Humala. La primera pregunta que se me viene a la mente es dilucidar qué habría tenido que pasar para que gane esas elecciones y luego cómo sería su gobierno, uno autoritario o democrático, con quiénes buscarían aliarse y cómo habría decidido en los casos más controversiales que le hubiera tocado resolver. Cabe señalar que este ensayo no es ningún lamento o ensayo nostálgico de alguna “oportunidad perdida” – no lo creo así de ninguna manera- se trata simplemente de una narración futurista del pasado de carácter literario y político.
Enero del 2014, vamos 2 años y medio de Gobierno de la Presidenta Keiko Fujimori y muchos siguen tratando de entender cómo ocurrió esto que parecía poco probable hace una década: el regreso de los Fujimori al poder. Lo cierto es que hubo muchas protestas desde que el JNE la dio por ganadora, pronunciamientos de intelectuales y hasta el propio Toledo que promovió una “Marcha de los 4 Suyos” para dejar en claro que iba a estar vigilante de la democracia que él mismo había logrado, decía. Ollanta y las fuerzas de izquierda también se sumaron a esta movilización. A muchos políticos les costaba pero tenían que aceptar la elección de Keiko, porque al final había ganado en buena lid y no como su padre en el 2000. Por esas fechas Sinesio López escribiría en su columna de La República que “Keiko, por más que lo niegue, está llena de ira y sacará las garras contra quienes lucharon por regresar a la democracia, hay que estar atentos”, sentenció.
* * *
Enero del 2014, vamos 2 años y medio de Gobierno de la Presidenta Keiko Fujimori y muchos siguen tratando de entender cómo ocurrió esto que parecía poco probable hace una década: el regreso de los Fujimori al poder. Lo cierto es que hubo muchas protestas desde que el JNE la dio por ganadora, pronunciamientos de intelectuales y hasta el propio Toledo que promovió una “Marcha de los 4 Suyos” para dejar en claro que iba a estar vigilante de la democracia que él mismo había logrado, decía. Ollanta y las fuerzas de izquierda también se sumaron a esta movilización. A muchos políticos les costaba pero tenían que aceptar la elección de Keiko, porque al final había ganado en buena lid y no como su padre en el 2000. Por esas fechas Sinesio López escribiría en su columna de La República que “Keiko, por más que lo niegue, está llena de ira y sacará las garras contra quienes lucharon por regresar a la democracia, hay que estar atentos”, sentenció.
La contienda electoral que la dio por ganadora a la primera Presidenta del Perú fue muy dura, y aún más la segunda vuelta con Ollanta Humala. La diferencia de 0.8% entre uno y otro refleja claramente esto. Al inicio –cuando aún era útil hacerlo- se buscaron los responsables de este “dejavu político”. Cesar Hildebrandt escribió en su semanario que era Toledo a quien debíamos apuntar con el dedo acusador –porque de Alan García no se podía esperar nada afirmaba- ya que gracias a su débil y tardío apoyo a Ollanta en la segunda vuelta al no llegar a un acuerdo con éste para elegir al Ministro de Economía del futuro gobierno, y tildarlo además como “un salto al vacío” cuando sus posibilidades de pasar a la segunda vuelta eran casi nulas, fueron determinantes para decidir al ganador. Cuenta la historia que Toledo al darse cuenta de su error llamaría a Ollanta días antes de la segunda vuelta para decirle que cedía en su primigenia posición y que lo apoyaría públicamente sin condicionamientos de ningún tipo por el bien de la democracia; lo hizo, pero ya era demasiado tarde. Los medios habían aprovechado lo que llamaron “La Soledad de Ollanta” para apuntalar su derrota. En una campaña política el tiempo no es oro, son votos, decía por ese tiempo un columnista de izquierda. Ni el apoyo contundente del premio Nobel Mario Vargas Llosa pudo variar este devenir.
Keiko inició su gobierno diciendo que iba a trabajar sin rencores hacia quienes persiguieron a su padre y su familia durante más de 10 años, que olvidaba ese gran dolor pero que sí tenía el deber moral de resarcir a quienes injustamente se había injuriado durante muchos años. Así las cosas, una de las primeras medidas que tomó este gobierno fue la conformar una Comisión revisora del Informe Final de la CVR, con facultades para proponer casi cualquier modificación, incluso la de rehacer –suprimir- el documento y elaborar uno nuevo corrigiendo los errores que advirtieran. Pues bien, como ya es conocido, los temores se hicieron realidad y la nueva Comisión optó por hacer un nuevo informe y reiniciar el proceso de recojo de información e investigación que debía recibir opiniones de todos los actores involucrados en los años de violencia y no sólo de “los caviares y terroristas” que dijeron, fue el mayor error de la Comisión que propuso Toledo. Ni las marchas y protestas iniciadas por diversas organizaciones de la sociedad civil, universitarios –especialmente de la PUCP y el Frente Amplio de Izquierda pudieron cambiar la decisión tomada. Las acusaciones de querer limpiar con este nuevo informe al gobierno de Alberto Fujimori de las masacres que hubo durante en su régimen cayeron desde distintos ángulos, pero no hubo mayor respuesta, o mejor dicho, la mejor que tenían era el silencio. Martha Chávez diría que “el pueblo quería saber toda la verdad y no una parte” y que se reprimirán todas las “hordas” que salgan a las calles. Y así fue. En marzo de este 2014 se dará a conocer a la opinión pública el nuevo Informe Final de la CVR para recibir opiniones de la ciudadanía, sin embargo, la mayoría avizora sin mucho esfuerzo lo que dirá este documento y desde ya se anuncian nuevas movilizaciones para esa fecha.
Hoy se recuerda irónicamente que durante el debate presidencial en el 2011, previo a la segunda vuelta, Keiko afirmó que no indultaría a su padre porque “esto debía ser resuelto por el Poder Judicial y ella respetaría este fuero”. La pregunta siempre fue si ella, una vez en el poder, honraría su palabra. Pues todos sabemos que aquél 23 de Julio del 2012 el ex presidente salió en libertad aquejado, según la Junta Médica que lo revisó, de un Cáncer de Lengua y Depresión severa que “ponía en grave peligro su vida”. Fue como un regalo para Fujimori quien pudo ver a su hija dando el mensaje a la Nación el 28 de Julio de ese año, el mismo día que él celebraba su cumpleaños. Keiko dijo, ante una pregunta de la prensa, que otorgaba el indulto porque “las circunstancias eran diferentes que en el 2011 y que cualquier peruano habría hecho lo mismo si su padre agonizaba en la cárcel”. Los diarios que apoyaban al gobierno emitían diversas encuestas que demostraban el cariño de la gente hacia “El Chino”, no obstante, no dieron mayor rebote al audio que reveló el diario “La Primera”, en el que daba cuenta de una extraña coordinación entre uno de los miembros de la Junta Médica con un asesor de la bancada Fujimorista “para que todo salga bien”, se decía allí. El Cardenal Cipriani, muy oportunamente, afirmó que “el perdón es una virtud que muy pocos han sabido cultivar y que Keiko representaba el deseo de la mayoría del país”. No quiso referirse al porqué Fujimori nunca pidió perdón claramente por los delitos que se le condenó, pregúntele a él atino a decir.
Algo en lo que la mayoría concordaba es que a nivel macroeconómico estábamos muy bien. Y es que el Perú creció un promedio de 6% durante el 2012 y 2013, con expectativas según el BCR de llegar al 6.3 % en el 2014. La crisis internacional del 2013 no afectó a nuestro país gracias a la creciente demanda interna, confianza empresarial y los mensajes claros y coherentes desde el Poder Ejecutivo de la dirección que seguiría nuestra política económica. El Perú sigue siendo hoy la “estrella” macroeconómica de la región y ejemplo para otros países. Hasta los detractores de Keiko – haciendo gala de una facultad paranormal- afirman que Ollanta Humala no hubiera podido hacer esto porque no tenía sólidas convicciones para orientar las políticas económicas del país, no obstante, la realidad es que esto nunca lo sabremos porque él perdió su oportunidad en el 2011. Hasta hoy se cuestiona el papel que juega el verdadero hacedor de estas políticas, Hernando de Soto, de quien dicen es mucho más que un asesor del Gobierno en el manejo de la hacienda pública, esté aquí, en Hong Kong, Tokio o Nueva Delhi, los países que asesora. De Soto a fin de aplicar su “Plan contra la Pobreza” para reducirla hasta el 15% al 2016, hizo ingresar a buena parte de su equipo del Instituto Libertad y Democracia a la PCM y al Ministerio de Economía, porque sólo así podía garantizar la eficacia de las medidas a tomar afirmaría luego ante un medio de comunicación.
Estos buenos resultados económicos están en contraste con los conflictos sociales que han ido en aumento desde la aplicación justamente de las medidas económicas de corte abiertamente liberal, “el Perú se ha vendido a los ricos” dicen desde Cajamarca unos pobladores cercanos al Proyecto Minero Conga el cual…
----------------------
[1]Una historia contrafáctica de Keiko Fujimori ganando
las elecciones presidenciales del 2011 y cómo habría sido su gobierno, la
pueden encontrar en el libro “Contra-Historia del Perú” (2012); Compiladores:
Eduardo Dargent y José Ragas; Editorial Mitin Editores y 50+1.
[2] Este ensayo contiene la primera parte de la historia alternativa que se ha elaborado
para describir lo que habría sido el Gobierno de Keiko Fujimori 2011- 2016. En
la próxima entrega se seguirán tocando los temas más controversiales en los que
habría estado envuelto ese gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario