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| La juventud de hoy debe empezar a tomar el papel protagónico, ya que, la juventud no es el futuro del país, es el PRESENTE |
La participación dinámica y decidida de los jóvenes en la vida democrática, es fundamental para transformar la sociedad. Las juventudes están llamadas desde el ámbito donde se desenvuelven a descubrir sus raíces y a proponer soluciones creativas y viables, a que la inteligencia y la voluntad que se posee se pongan al servicio de todos.
El desarrollo y crecimiento del país no es tarea solamente de las autoridades de turno, es también nuestro, ejerciendo un liderazgo que ayude a descubrir el potencial de otros jóvenes para juntos poder echar andar los proyectos que poseemos en beneficio del otro y de todos, todos buscamos de alguna manera el desarrollo, todos buscamos mejorar, pero no se debe mejorar a costa de la libertad que tenemos. La felicidad es una dosis esencial para una vida plena, manteniendo el espíritu de iniciativa y de servicio que la juventud tiene.
Pertenecemos a una generación que esta en constantes cambios sociales, políticos, climáticos etc. Pertenecemos a una generación que anhela un cambio por un mundo mejor, más justo, más humano. Sin embargo, cuando miramos alrededor nuestro nos damos cuenta que somos pequeños, que ocupamos un espacio en este mundo. Sabemos bien que no podremos cambiar el mundo que queremos para nuestros hijos, pero sabemos también que en el trozo de tierra que Dios nos ha permitido existir podemos, eso sí hacer la diferencia, desde la esquina en la que nos encontremos.
Los proyectos de inversión dados en las instancias públicas de los diversos gobiernos locales, solo se han encargado de hacer infraestructura, es verdad que nos hace falta más infraestructura para crear fuentes de trabajo, pero también es necesario, muy fundamental invertir en el desarrollo humano, es decir, potenciar las capacidades de las personas sobre todo de las juventudes, aquella que se encuentra en las zonas vulnerables del país.
El desarrollo y crecimiento del país no es tarea solamente de las autoridades de turno, es también nuestro, ejerciendo un liderazgo que ayude a descubrir el potencial de otros jóvenes para juntos poder echar andar los proyectos que poseemos en beneficio del otro y de todos, todos buscamos de alguna manera el desarrollo, todos buscamos mejorar, pero no se debe mejorar a costa de la libertad que tenemos. La felicidad es una dosis esencial para una vida plena, manteniendo el espíritu de iniciativa y de servicio que la juventud tiene.
Pertenecemos a una generación que esta en constantes cambios sociales, políticos, climáticos etc. Pertenecemos a una generación que anhela un cambio por un mundo mejor, más justo, más humano. Sin embargo, cuando miramos alrededor nuestro nos damos cuenta que somos pequeños, que ocupamos un espacio en este mundo. Sabemos bien que no podremos cambiar el mundo que queremos para nuestros hijos, pero sabemos también que en el trozo de tierra que Dios nos ha permitido existir podemos, eso sí hacer la diferencia, desde la esquina en la que nos encontremos.
Los proyectos de inversión dados en las instancias públicas de los diversos gobiernos locales, solo se han encargado de hacer infraestructura, es verdad que nos hace falta más infraestructura para crear fuentes de trabajo, pero también es necesario, muy fundamental invertir en el desarrollo humano, es decir, potenciar las capacidades de las personas sobre todo de las juventudes, aquella que se encuentra en las zonas vulnerables del país.
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