martes, 25 de febrero de 2014

Venezuela y el Evangelio según San Mateo


Por Bugui Fernández
Chiclayo-Perú

Gloria a ti señor Jesús. 
 
No quería escribir ni pronunciarme sobre lo que sucede en el país hermano de Venezuela, pues, basta con una oración y si es en conjunto mucho mejor. Dios dice que donde hay uno o más invocando su nombre, ahí está ÉL. El mundo no conoce ni quiere conocer a DIOS, está más claro que el agua.

Fui a misa el último domingo y el predicador tiene un don especial: Sabe llegar a los católicos sedientos y hambrientos de la palabra, pues, este (el predicador) es un nexo entre la palabra y los católicos fervorosos. El Evangelio de esta semana se situó en Mateo 5:38-48, amar a todos los hombres.

En Venezuela hay un caos, un desgobierno, autoritarismo desmedido que no debe ser aceptado ni por los seguidores de Hugo Chávez. Ser objetivo hoy en el país es un sueño. El sentimiento se apoderó de cada uno de los “opinólogos” que hay en el Perú y en Venezuela. Hay un grado de susceptibilidad enorme y del que he sido víctima por entrometerme en un Facebook de una Venezolana. Opinemos con conocimiento, opinemos objetivamente. Es difícil, pero sí se puede.

El gobierno está actuando mal. Hay inseguridad ciudadana (no sólo en el país llanero por cierto), hay inflación y escasez pero también hay mucha oposición, como en el Perú. La mitad para Humala, la mitad para Keiko. Igual allá, la mitad para Maduro, la mitad para la oposición representada entre Capriles y Leopoldo López.

En su legítimo derecho se empezó la protesta, el gobierno respondió y la prensa lo agrandó. O sea, también se metió en la guerra civil que hay en el país llanero. Y eso no está bien.

Para explicarlo mejor. Me encuentro con una persona que detesto (no debería detestar a nadie) y me tira un golpe, yo se lo respondo. Y empieza la pelea hasta que alguien gane. Sea por cansancio o porque me mató o nos matamos ambos. ¿Qué causa esa respuesta mía? Un malestar que terminará en tragedia y peor aún si hay una persona que mete “candela” (la prensa internacional). Condeno la pela y condeno la exageración. La prensa, el gobierno y la oposición lo único que están generando es SUFRRIMIENTO, RETROCESO, ODIO, entre hermanos.

“Ustedes saben que se dijo ´ojo por ojo y diente por diente´. En cambio, yo les digo: no resistan a los malvados. Preséntale la mejilla izquierda al que te abofetea la derecha.” (Mt 5: 38-39)

Extraordinario versículo, el gobierno sacó a las tropas militares, mató gente inocente. Nosotros no respondamos de la misma manera. ¿Es muy difícil de comprender esto? Sí. Esta ley antiquísima, de siglos pasados está hoy vigente. Este discurso no está en los planes de Dios.

“Ustedes saben que se dijo ´Ama a tu prójimo y guarda rencor a tu enemigo´. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores. Así serán hijos de su Padre que está en los cielos”. (Mt 5: 43-45)

Nos falta, y me incluyo, en comprender la palabra de Dios, de sus enseñanzas. Separemos a la persona de sus pecados como dijo aquel predicador que comentó el evangelio el domingo último.

Sepamos ser críticos, recemos, oremos, pidamos. Si es en grupo, mejor. Eso falta en el país hermano de Venezuela.

Condeno la muerte que va en aumento, pero NOSOTROS no somos nadie para juzgar, para condenar.

Mi solidaridad con el pueblo de Venezuela y hago un llamado a conocer a Dios.

¿Qué tiene más poder? ¿Reunirse en una plaza principal de Venezuela a gritar, romper lunas, pelear? O ¿Reunirse un grupo inmenso de gente a orar, a pedir por sus gobernantes y por su pueblo?

“Donde uno o más me invocan, ahí estoy YO.”

AMÉN.

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