jueves, 20 de marzo de 2014

PADRES: LÍDERES DE SUS HIJOS


Por Darwin Hernández Zeta
Piura-Perú
 
En diversas ocasiones, se ha mencionado que la familia, es el núcleo de la sociedad. Definición, que para muchos, es la más exacta e idónea para clarificar, no sólo lo que es la familia, sino su importancia dentro de la comunidad.

Esto se debe, ya que la familia, forma a quienes actuarán en el futuro, dentro de la sociedad. Cada padre y madre, forman a los hombres y mujeres del futuro. Aquellos que tomarán, en algún momento, las riendas del país. Por lo mismo, es de suma importancia, el hecho que las familias estén bien constituidas. Para que sus hijos se puedan formar en un ambiente acogedor y amoroso. Con ello, aprenderá, no sólo a comportarse en sociedad, sino que repetirá la misma experiencia con su señora e hijos. De la misma manera con las mujeres.

Es por lo mismo, que se dice que el hombre y la mujer, no sólo se unen para preservar la raza humana. Su trabajo es mucho más complejo que aquello. Situación, que en la realidad, no requiere de mucho esfuerzo. Lo difícil, es crear una familia. Crear el ambiente propicio para que los hijos crezcan y sean hombres y mujeres de bien.

Para ciertas personas, la familia puede ser considerada, perfectamente, como un ente vivo. Incluso se dice que la familia es como una célula, dentro de un organismo mayor, que es la sociedad. Por lo mismo, al ser considerada, como una célula, esta debe ser cuidada. Y esta célula, contiene un núcleo, que son los padres. Por lo mismo, es que la relación que mantengan los dos padres entre ellos, será crucial, para la sobrevivencia de la familia. Es claro que cualquier quiebre matrimonial perjudica enormemente la relación de la familia. Esta, en pocas palabras, se quiebra. Ya no seguirá siendo la misma. Pero la obligación de aquellos padres separados, no termina con su ruptura. Su amor y cuidado, asimismo como la formación de los hijos, no termina ahí. Ya que ellos continuarán necesitando de ambos, para transformarse en personas integrales. Prioridad número uno, de todos los padres de familia, para con sus hijos.

Por otra parte, la familia, es la base para que todo ser humano, se pueda integrar de manera correcta a la sociedad. Por lo mismo, es que sus integrantes menores, deben ver los aspectos positivos de su familia, para potenciarlos en un futuro cercano. Asimismo, los aspectos negativos, deben ser estudiados y anotados, para que ellos no los vuelvan a repetir. En el fondo, a la familia, se le considera la escuela primaria, frente a los desafíos sociales, de los hijos.

Es en la familia, donde el ser humano, aprenderá lo que son los afectos y valores. De qué manera hay que manejarlos y qué es lo correcto a realizar y lo que no. La formación valórica de la familia, es irremplazable. Aquello no lo aprenderá en el colegio o la universidad. Sólo en su familia. Núcleo de amor, afecto y comprensión. Al igual, que escuela primordial de los valores y virtudes a seguir

jueves, 6 de marzo de 2014

IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN MORAL Y CIUDADANA


Por Darwin Hernández Zeta
Piura-Perú

Las escuelas y los educadores, en el trato con los estudiantes se reflejan y trasmiten unos valores, una visión y una postura moral, entonces educar moralmente es inevitable para un profesor. La educación moral trata de responder al sentido último de la vida, porque vivimos, que significa la vida buena, y los profesores la encarnan en las relaciones que se tienen con los educandos, por eso digo que es inevitable y muy importante el que se pueda reflexionar sobre los valores y la visión moral que nos orienta. Por otro lado la educación ciudadana es la que nos permite vivir civilizada y de manera democrática en nuestros países y en nuestros contextos, para lo cual es necesario que la escuela se comprometa a ayudar a que los estudiantes se puedan convertir en ciudadanos responsables y activos en democracia.

La escuela está sobrecargada de trabajo porque las familias y la sociedad están esperando demasiado de ella sin colaborar lo suficiente. Una buena educación moral y ciudadana no se puede dar sin la colaboración activa de todos los actores que intervienen en la educación de los estudiantes. La familia, los medios de comunicación, la sociedad, el estado, las iglesias, todas tienen un papel socializador muy importante y por lo tanto se busca que todos asuman la responsabilidad, no se le puede pedir a los educadores que logren este papel si no hay una colaboración activa de los demás actores. La escuela y los educadores están sobrecargados porque la familia ha querido dejar parte de sus responsabilidades en ellos y lo mismo la sociedad, un educador solo no puede hacer milagros.

El desarrollo tecnológico, el acceso fácil al internet y los medios de comunicación están cada vez más presentes de manera masiva en nuestras vidas, lo que implica grandes cambios. Las sociedades anteriores se basaban en que los únicos que influenciaban a las nuevas generaciones eran los padres, la familia y un buen grado la escuela y la sociedad, pero ahora el abanico de influencia se ha vuelto muy grande, por eso la formación ciudadana y moral tienen que estar basadas en este nuevo panorama y ayudar a los estudiantes a ser capaces de desenvolverse en estos escenarios globales donde tendrán acceso a la información que quieran y es importante que se les ayude a formarse en una conciencia critica que les permita discernir o crear una sabiduría practica para navegar en medio de tantas posibilidades, ofertas y presiones morales y ciudadanas que van a tener.

La educación ciudadana tiene poca atención, porque la sociedad parece más interesada en los resultados cognitivos y saber si los estudiantes han logrado o no los estándares internacionales en matemáticas o física, pero es absurdo porque no le vale de nada a una sociedad tener altos estándares en las ciencias si sus ciudadanos no son honestos y comprometidos, si la gente no se siente con la energía y el compromiso social para trabajar por una sociedad mejor y si no hay un sentido de solidaridad profunda. Se le da énfasis a algo que es importante pero no es lo único.

“cuando se es capaz de llevar a los subordinados a descubrir el valor y el sentido de lo que están haciendo, entonces y solo entonces, se es un líder”

lunes, 3 de marzo de 2014

El problema es Ollanta, no Nadine.


Por Antonio Castañeda Cabanillas
Trujillo-Perú

PD: Felicidades a Toño por ser admitido en la Maestría de Ciencia Política en la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Nadie votó en sufragio popular por la ahora Presidente del PNP

Ya está claro a estas alturas, hay alguien en el Poder Ejecutivo que sin haber postulado en las elecciones del 2011 obtuvo un cargo bien ponderado en la más alta esfera de la administración pública: Nadine Heredia. La pregunta es: quién la eligió, quién votó por ella, pues fácil, nadie lo hizo. Cesar Villanueva, ex Jefe del Gabinete, es su última víctima, porque ella no tiene quien la frene o domine, es implacable en sus decisiones, y no quiere nadie quien le haga sombra, no titubea – a diferencia del presidente- no le tiene miedo a nadie- a diferencia del presidente- no tartamudea – a diferencia del presidente- tiene carácter y pasta de líder – a diferencia del presidente, trata de tú a tú a los ministros, les da luz verde o roja, opina sobre los temas más importantes del país, le gustan las cámaras tanto que bien podría integrar uno de los realitys de los que ahora abunda en la televisión. Yo creo que la hace.

Volviendo a la seriedad, este poder de facto que tiene la primera dama del que todos hablan y reconocen -menos el propio gobierno como es previsible- tiene su origen en dos taras que adolece el presidente, el primero de ellos es su falta de liderazgo evidente. Ollanta no es un líder, nunca lo fue, por el contrario siempre estuvimos ante una ovejita con el disfraz de león, por eso ahora no se siente a la altura de la responsabilidad que le tocó asumir el 2011, tengo la impresión que no se la cree, se mira al espejo todos los días y se dice con voz temblorosa ¡Y ahora qué hago, soy presidente! El verdadero Ollanta es el que vimos en los debates presidenciales contra Alan García y Keiko Fujimori -2006 y 2011, respectivamente- que no podía hilvanar frase alguna sin enredarse o trabarse, ese es el que ahora nos gobierna. Lo he visto cada vez que sale a declarar a los medios y veo en él a una persona sin confianza en sí mismo, nerviosa, y ansiosa – repito, no se la cree- tal vez para cubrir este problema decidió ingresar de joven a las fuerzas armadas, pero no mejoró, pudo encubrir su personalidad por un tiempo, pero ahora como un ciudadano más, Ollanta vuelve a ser el que siempre fue. Me pregunto, cómo un gobernante con esta personalidad puede decidir firmemente si saca adelante las inversiones que están estancadas y en las que hay problemas socio ambientales por las que debe tomar una decisión, sí o no y punto, la respuesta es que no está en capacidad de tomar estas decisiones, se muere de miedo. Esta característica personal del presidente hace necesario que su esposa, Nadine Heredia, cubra sus vacíos; ella que lo conoce muy bien, como se ha dicho al inicio, tiene las características personales inversas a la de su marido, tiene las cosas claritas y se cree presidenta – se la cree, se siente capaz de hacer y deshacer a su antojo e intenta ayudar a su esposo para que éste tome decisiones. Por eso Nadine en los hechos es quien nos gobierna, él no.

El otro aspecto que considero ha generado la irrupción de la primera dama como consultora de los ministros, capaz de dejar sin trabajo a los Jefes de Gabinete, y decisora válida acerca del rumbo del país, es la ambivalencia del presidente. Si hiciéramos pasar a Ollanta por el Diagrama de Nolan –test político que permite localizar la ideología de una persona en base a ciertas preguntas- este nos arrojaría un resultado del tipo: “socialista obligado a actuar como de derecha con un nivel de confusión legendario”. Sí pues, como lo afirma Mirko Lauer (La República 25/02/14), “hay dos presidentes en uno”, uno que se reconoce como izquierdista y otro que entiende la necesidad de llevar adelante la marcha económica del país de acuerdo al contexto mundial. En este sentido, su esposa, la primera dama, es quien trata de enrumbar el gobierno –más a la derecha- secundado por el Ministro de Economía Luis Miguel Castilla -mucho más a la derecha-, los tres han formado un triunvarato que dirige el país, y por supuesto la pieza fusible en este organigrama es…ustedes ya saben quién es. Un presidente que no tiene convicciones políticas firmes, y menos económicas, permite que personas allegadas a él -su esposa- o funcionarios de menor jerarquía – Ministro de Economía- empujen este barco de 30 millones de peruanos, pregunto, para qué escogimos presidente entonces.

La presencia de Nadine Heredia en el Gobierno rompe una de las reglas básicas de la democracia, por la cual para detentar el poder público debes haber sido elegido por el voto popular en un proceso electoral libre, justo y competitivo. Debo decir también que si no estuviera ella, probablemente hoy estaríamos inmersos en una crisis política y económica, sin actores políticos que den la cara por el gobierno, carismáticos y con capacidad de adhesión. Tal vez sumidos en un caos; en realidad prefiero no imaginar cómo sería ese escenario. En fin, ella está en el gobierno porque él no puede sólo, por eso al final de este gobierno podríamos terminar agradeciendo su presencia más que maldiciéndola. Gracias Nadine.

Ahora bien, la verdad es que al Sr. César Villanueva se le reconoce su eficiencia y buen nombre que se ha ganado al mando de la presidencia regional de San Martín, es un buen hombre coincidieron todos cuando se lo nombró Jefe de Gabinete. Ahora que ya no está más, me pregunto si acaso esto es suficiente para tomar las riendas de un gabinete como el de este gobierno, con los poderes fácticos conocidos por todos, con indecisiones y falta de convicciones, pues no, no es suficiente ser un buen tipo, hay que tener carácter y adecuarse al ambiente político en el que se convive, un verdadero líder debe hacer esto. César Villanueva, a mi modo de ver, tampoco estuvo a la altura de las circunstancias por más que ahora diga que estaba trabajando por institucionalizar la administración y otras cosas. Fue en sus cortos 4 meses una figura opaca, invisible con su antecesor Juan Jiménez Mayor, salía poco a los medios y cuando lo hacía no decía nada contundente, peor aún se mostraba muy prudente y sosegado cuando se esperaba que respondiera a ataques o defienda al presidente de los insultos de la oposición, especialmente de Alan García, era obvio que el gobierno necesitaba a otro personaje que le diera los bríos que no tenía. Nadine Heredia se lo comió vivo, mientras Villanueva mostraba una actitud timorata y más parecía un tecnócrata que trabaja con la cabeza mirando al piso, ella trataba directamente con los Ministros –todos lo sabían- por ello es inverosímil leer en sus declaraciones de estos días, que él tenía el control de todo y que Nadine nunca interfirió en sus acciones y que a la primera que ésta le hizo se fue. Falso, se fue por decencia porque no pudo hacer nada en su corta estancia en el Ejecutivo, completamente atado de manos y obligado a ser un holograma representativo de algo que existe pero que nadie ve. Señores, un fantasma más se ha ido ¡Qué pase el siguiente!